Puedo mandarte una postal desde mis sueños.

Si la vida me alcanza para eso, estará bien.

Me encontré con ojos de olas, lenguajes desnudos,

ternura clara y libre, delirio atávico de un volcán.

Supe que los ojos son para mirar 

entre tanto ruido, entre tantas máscaras, 

para hacer un pacto, una pausa o un mapa.

Que se puede leer cada señal, 

tomar una fotografía mental

de un momento lúcido y hacerse cómplices

de una memoria eterna.

Late la esperanza, 

danzan la muerte y el alba,

la vida se alza a contracorriente.

Es un saludo que llega de infinitas formas,

aunque yo sólo sepa decir gracias, buen día o te quiero,

y es que es difícil hablar del misterio.

A veces el tiempo me abraza y es cálido y canta.

Es un respirar, abrir los ojos sin mirar, 

volver a mirar y amar lo que está cerca 

y lo que a veces se encuentra lejos,

reconocer ese reflejo

abrazar y soltar

abrir y cerrar

soñar y despertar